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En 2006, creció un 48,1% el despacho
de mampuestos huecos Cuando se compara el promedio de 2006 con el de 2005, la tasa de crecimiento se ubica en 20%. En 2006, el índice Construya registró una tasa de crecimiento equivalente a 2,3 veces la tasa de expansión de la economía argentina. El sector de la construcción y, en particular, los fabricantes de insumos líderes para la obra residencial, volvieron a cumplir con su rol de motor de la economía. El sector de los ladrillos y revestimientos cerámicos volvió a mostrarse como uno de los sectores más dinámicos de la industria de la construcción. Según el Indec, en noviembre se comprobó un crecimiento interanual del 48,1% en la venta de ladrillos huecos y de un 15,9 en pisos y revestimientos cerámicos. Con respecto al mes anterior, el aumento fue del 3 y el 2%, respectivamente. Cautela en el sector El arquitecto Daniel Alvarez, gerente general del grupo Later-Cer y Cerámica Quilmes, que conforma una de las empresas líderes en la producción de ladrillo cerámico, que cuenta con dos plantas y una capacidad productiva de 550.000 toneladas anuales, considera: "Muy positivo el panorama, especialmente por el esfuerzo inédito de reinversión de las firmas del sector, que ampliaron un 35 por ciento la capacidad de producción y el lanzamiento de nuevos productos". "La industria de la construcción es increíble porque con muy baja inversión se generan muchos puestos de trabajo", explica para que se comprenda mejor su visión optimista. Por su parte, Federico Ferro (h.), gerente general de la empresa Cormela, otra empresa importante en la fabricación de este material, con una capacidad instalada de 200.000 toneladas anuales, destaca que "el panorama es alentador", aunque vaticina "una caída en la rentabilidad de la construcción" que hará frenar un poco la inversión. No obstante, dice que esta "desaceleración" sólo implicará una "depuración de la sobreoferta". Respecto de la incidencia en el sector, no se notará en los volúmenes de venta porque prevé "un crecimiento de la obra pública", pero destaca que la empresa está preparada para las subas y bajas, dada "la flexibilidad productiva". No obstante, esta industria hace uso intensivo de dos fuentes de energía: el gas y la electricidad. No sólo preocupa su posible falta, sino el aumento de los costos. Federico Ferro sostiene: "El gas se volvió muy caro y eso baja la rentabilidad, porque no se aumentaron precios en fábrica". "Hay que destacar -asegura Alvarez- la responsabilidad social de los empresarios del sector de absorber la mayor parte de los costos." Pero ante la evidencia de un aumento del 28% entre diciembre último y el mismo mes del año anterior, revela que en "el sector de comercialización vieron aumentar sus márgenes, pero no en el sector manufacturero". Un buen indicio es que en el último mes no se produjeron incrementos, pero es difícil saber lo que ocurrirá después del aumento de tarifas para las industrias. Fernando G. Caniza Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/877669
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